Mar el poder del mar

Tumbada en la arena noto como el sol calienta cada centímetro de mi piel, tengo calor, mucho calor.
Me acerco a la orilla,

una suave brisa me acaricia la cara y me agita el pelo, me voy a bañar.
Mis pies notan el brusco cambio de temperatura como si de hielo se tratase pero poco a poco se van acostumbrando a la temperatura del agua.
Despacio, voy sumergiendo mi cuerpo en el agua...Las rodillas, la cadera, el cuello y finalmente la cabeza.
Aguanto unos segundos bajo el agua, escucho el sonido del exterior difuminado por el ruido del motor de una lancha que se aproxima.
Bajo el agua me libero de todo, me escondo del mundo.
Nada puede pasar mientras estoy sumergida, esta es mi fortaleza, mi refugio del mundo exterior, tan difícil y tan lleno de cosas que no consigo entender.

Como por arte de magia mi cuerpo se libera del fino velo de pereza que le apresa y me despejo.Quiero nadar, tengo ganas de nadar.
Me deslizo sobre el agua sintiendo cada brazada, cada respiración.
Me alejo de la costa, me detengo, ya estoy lo suficientemente lejos.
La transparencia del agua me permite ver el fondo, de fina arena blanca.
Quiero tocar el fondo, quiero coger un puñado de arena.
Cojo una gran bocanada de aire, tomo impulso y me sumerjo enérgicamente.
Frío, eso es lo que siento.
Estoy llegando,casi está...¡Lo tengo!
Apoyo los dos pies en la arena y me impulso para poder emerger a la superficie pues mis pulmones necesitan oxígeno.

Saco la cabeza, estoy exhausta.
Necesito descansar, voy a descansar.
Me tumbo sobre el lecho del mar y permanezco estática.
Cierro los ojos y escucho el mar, el poder del mar.
No me quiero mover, estoy en paz estoy, muy a gusto.
El agua me acaricia todo el cuerpo, me lleva suavemente.
Dejo mi mente en blanco, no pienso en nada y respiro, yo solo respiro.

¡Feliz día internacional del agua!💙